viernes, 11 de julio de 2014

SEGUIRAN NACIENDO LIRIOS EN LAS ROCAS


Entre las rocas crecerán margaritas,
en la tierra más seca y más agreste
hundirán habitáculos las hormigas
y en las torres más altas anidaran cigüeñas
retando a las leyes del vértigo y del letargo.

Continuará la vida en multitud de formas
humedeciendo siempre la agrietada corteza
de nuestra antigua piel de sapo resabiado
en continua batalla contra la muerte cierta.

Y seguirán los sabios descubriendo vacunas
y de cada molécula nacerán más especies
y quedará abolida por decreto universal
la pena de muerte en todos los rincones del planeta.

Venderemos más armas, potenciaremos guerras,
fabricaremos sistemas de destrucción masiva.

Y seguirán naciendo lirios entre las rocas
y en las torres más altas
persistirán haciendo nidos las cigüeñas
y ejerciendo su derecho como amos absolutos
de la Vida y la Muerte,
Muerte y Vida
seguirán insistiendo hasta vencer o morir en la contienda.




                                                                   0-0-0-0

lunes, 7 de julio de 2014

SUEÑO QUE OLVIDO


Sueño que olvido, que todo lo que sé se me ha olvidado. Y entonces ya no sé de qué debo preocuparme porque ignoro lo que es haber tenido una vida y una mente que almacena los días sobre estantes de niebla desordenados y caóticos.

Seguía adelante sin saber a dónde iba. No tenía razón el preguntarme, porque realmente no pretendía saber nada.

Después tuve la certeza de que solo había que atravesar dos veces más el horizonte para llegar al final del camino.

Supe eso pero  seguí  ignorando hacia donde me llevaba. Ni el comienzo ni el fin ni los posibles peregrinos tenían importancia. Los números no importaban, los seres pequeños no tenían trascendencia y tampoco importaban mucho.

Para quien sueña no es necesario saber nada más que lo que le dice el sueño. Nada es extraño y no hay alternativas. Los soñantes estamos obligados a vivir lo que el sueño nos induce.  No hay alternativas. Solo se trata de seguir soñando. Solo soñando vemos la verdad que nos ocultamos a veces conscientemente.

Lo peor sucede al despertar cuando te preguntas qué era todo aquello que se revolcaba contigo en el sucio subconsciente. Cómo habías llegado hasta allí. Quién te llevó. Cómo fue posible que la verdad solo hubiese existido en tu sueño y que tu sueño fuese algo indemostrable.

Los sueños son así. Se alojan en lo más profundo y le sacan los colores a la nieve.

domingo, 6 de julio de 2014

SI PERDIMOS EL MAR


No fue casualidad, aunque parezca a veces que la vida nos pone ante ese eventual escalón en el que vamos dejando enganchadas las promesas. Tampoco fue deliberado. Fue nuevo, impermeable, extraño. Tal vez nos encontramos de pronto sin vocación de amar aunque parezca algo extravagante. Descargo del oficio de vivir, ambages para llegar pronto a donde nadie llega. No fue casualidad si perdimos el mar y naufragamos.
 
 
 
 
                            0-0-0-0-0-0-0

sábado, 5 de julio de 2014

HUELLA









Yo también he de dejar mi huella
cuando me vaya caminando entre la niebla
y en el helecho verde se marque mi pisada.



Cuando la hierba crezca sobre la superficie
erguida en la maleza, quedará la brizna lastimada
por mi pie, que fue dejando marcas por la tierra.


No pido más que ser esa pequeña estría
de hierba aprisionada y vuelta a renacer
mientras la vida siga inventando primaveras.

lunes, 30 de junio de 2014

SERRAT Y YO


El 8 de marzo de 1.974 actuaba J.M. Serrat en Sevilla por primera vez en mi historia. Teníamos adquiridas dos localidades para ir a verlo. Pero Carolina fue puntual como siempre y aquella noche mientras Serrat cantaba yo gritaba hasta perder el conocimiento en la sala de partos del hospital, profundamente arrepentida de haber llegado a aquella situación.

    Tengo clara aquella fecha por lo que tiene de evidente, pero hubieron otras dos ocasionadas por motivos diferentes, (siempre fueron problemas de salud esporádicos), en los que ya con las entradas en nuestro poder, no pudimos ir a los conciertos. Una de ellas, estando en la cola para entrar, les regalamos las entradas a dos chicos que estaban en taquilla porque no podíamos quedarnos. Así hasta cuatro veces.

    La quinta fue el propio Serrat quien suspendió sus conciertos por un grave problema suyo de salud, y a nosotros, como si no estuviésemos avisados, nos pilló con las entradas en la cartera. Ayer, afortunadamente no pasó nada de nada. Solo que pude ver por primera vez a J.M. Serrat. Casi cuarenta años después de aquella primera vez, admirada porque las canciones perduran, se corean y repiten como si estuviesen en su apogeo, van y llegan intactas, novedosos los versos como recién aprendidos, hermosos e inolvidables; nosotros, Serrat y yo hemos madurado al mismo tiempo. Los tres, Serrat, Sabina y yo nos hemos estrenado con la misma edad, por fin, deliberadamente tiernos y maduros.

                                                                   O-O-O-O-O-O-O